martes, 20 de agosto de 2013

Entre letras: Malos malísimos


Malos malísimos
 
 
Casi siempre que nos preguntan por algún libro (así como alguna película) sale a relucir el nombre de algún personaje, protagonista casi siempre, que nos ha calado hasta el fondo, bien por sentirnos identificados con su forma de ser o por admirar todas sus virtudes. Mentiría si dijese que a mí no me pasa, pero en muchas ocasiones me ocurre otra cosa. Tengo por costumbre sentir una especie de admiración extraña, un amor-odio hacia los antagonistas, esos personajes que de una u otra forma no dejan de estropear los mejores momentos, poniéndoselo difícil al héroe de turno, pero sin los que no habría una verdadera historia.
Podría hablaros de muchos, pero solamente os mencionaré algunos de los que más me han marcado a lo largo de mis lecturas:
-          En la saga Harry Potter, el antagonista por antonomasia sería Voldemort (que por cierto, es uno de mis personajes favoritos de estos libros), sin embargo el que a mí de verdad me saca de quicio, pero a la vez lo necesito continuamente arruinando los planes de Harry, Ron y Hermione es Drako Malfoy. Tiene uno de esos defectos que irritan: Su envidia. Y aunque en ocasiones pueda parecer soberbio y seguro de sí mismo, siempre se acobarda en los momentos importantes. Que fácil lo hubiera tenido Harry tantas veces si Malfoy no estuviera incordiando…
 
 
-          En la distopía de Verónica Roth, Divergente, nos encontramos a Peter, siempre dispuesto a perturbar la tranquilidad de Tris. Si ya ella de por sí tiene difícil superar todos los contratiempos que se le vienen encima, más se le complica con la presencia de Peter continuamente. Seguro que a más de uno nos recuerda al típico abusón de colegio. Detestable.
 
-          El clásico Rebelión en la granja, de Geoge Orwell, nos presenta a los malvados e interesados Snowball y Napoleón, ansiosos de poder y superioridad. Lo más indignante es que a ninguno nos costaría encontrar similitudes con algún personaje público de nuestra sociedad.
 
-          En la saga Canción de hielo y fuego podríamos nombrar innumerables malvados, y segurísimamente nunca llegaríamos a ponernos de acuerdo en quienes son. Yo personalmente le tengo un cariño especial a Jaime Lannister. A pesar de ser engreído, interesado y soberbio siempre consigue sacarme una sonrisa con sus comentarios.
 
-          Para finalizar hablaré de Gualterio Malatesta, de Las aventuras del Capitán Alatriste. Es el antagonista al que incluso el protagonista le tiene cariño. Honorable, que defiende sus intereses por encima de todo y de todos, pero que le guarda respeto por encima de todo a su rival. Podría decir que es mi favorito.
 
 
Hasta aquí la entrada de los “malos malísimos”, espero que os haya gustado y que nos deis vuestra opinión. ¿Coincidís conmigo? ¿Añadiríais alguno? Un saludo:
 
 


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